Este fin de semana mis alumnos y yo hemos vivido una gran experiencia. Llevábamos toda la semana muy nerviosos por asistir al Fescila (Festival de cine de la Almunia). Aunque para mí no era nuevo, ellos jamás habían asistido a un festival de cine y no sabían exactamente lo que se iban a encontrar.
El viernes, gracias a la invitación de la Asociación Florian Rey, tuvimos la oportunidad de asistir a un taller de cine de animación a cargo de Auntie Films. No solo pudieron participar en la creación de una mini secuencia de dibujos animados, también se proyectaron los cortos ganadores de la categoría de escolares y los niños de La Almunia que también asistieron al taller pudieron ver Valientes.
Para mis alumnos éste es el premio, una actividad a la que no todo el mundo tiene acceso, y teniendo en cuenta que venimos de un pueblo muy pequeño donde es muy complicado asistir a determinadas actividades culturales, lo agradecemos muchísimo. Seguro que en la escuela se nos ocurre hacer algo parecido y el resto de los niños pueden beneficiarse de lo que hemos aprendido.
Después del taller y aprovechando que estábamos allí, fuimos a ver la exposición CiNE Y EDUCACIÓN. ¿Necesita la sociedad planes de alfabetización mediática?, muestra en la que tuvimos la oportunidad de colaborar como Amiguicos Producciones y que hasta ahora no habíamos tenido la oportunidad de ver.
Y llegó el sábado. El tiempo no nos acompañaba, hacia frío y llovía pero llegamos muy puntuales para poder hacernos las fotos tranquilamente en el photocall.
Una vez entramos en el Salón Blanco y buscar asientos para todos, de repente vimos entrar a Raúl Arévalo y a Maribel Verdú. No dábamos crédito, ya que por lo visto era una sorpresa y a continuación hizo su aparición Gracia Querejeta, que sí venía a recoger el Premio Florian Rey 2018.
Tras discursos varios y la entrega de premios de guiones, nos tocaba a nosotros entrar en escena. Fernando Yarza nos nombró para que subiésemos a recoger el Premio Valores educativos y ciudadanos en la categoría primaria-Aragón, premio patrocinado por la Fundación Gimenez Abad. Subimos al escenario y se sucedieron una serie de anécdotas muy graciosas: mis chicos no llegaban al micrófono para hablar, el presentador les hizo unas preguntas que les pillaron desprevenidos y sólo pudieron contestar encogiéndose de hombros provocando la risa del público… Mis alumnos triunfaron con su naturalidad y cuando bajaron del escenario muchísima gente les felicitó.
Después de la foto final, nos acercamos a Maribel, Gracia y a Raúl. Los tres nos dieron la enhorabuena y pudimos no sólo hacérnoslo la típica foto de recuerdo, sino también charlar con ellos.
Aquí acabó la experiencia de mis alumnos en el festival y tanto ellos como sus familias se marcharon a Mediana muy contentos.
Yo por mi parte continúe la velada en el Palacio San Juan con el resto de premiados y más gente. Tuve un par de reencuentros inesperados, conocí a otros profesores que dedican su tiempo a hacer cortometrajes en el aula, volvimos a hablar con Maribel y no nos aburrimos en absoluto.
Desde aquí mi enhorabuena a la organización de Fescila, a Ana y a Carmen Peman por su dedicación y entrega con el festival que además este año estaba dedicado al cine y a la educación. No tienen nada que envidiar a otros festivales más grandes y precisamente ese carácter tan familiar y el trato tan cercano que tienen con los participantes, es su sello de identidad y el motivo por el que merece la pena seguir participando ?